De las pocas cosas en las que existe consenso es en que la coordinación ha sido clave en la solución de los problemas financieros. La coordinación mundial en el G20 ampliado y la coordinación europea para tomar medidas conjuntas que impidieran el colapso del sistema financiero. Sin embargo, a nivel nacional se ha echado de menos que el Gobierno de la Nación asumiera ese liderazgo y convocara una Conferencia de Presidentes para coordinar las actuaciones contra la crisis. La agenda podría haber sido: reforma del sistema de cajas, políticas fiscales expansivas, políticas sociales paliativas y coordinación de las políticas pasivas de empleo. Todo esto se ha hecho, pero con perfil bajo y a trompicones.
Ahora que la sangría de la crisis se ha frenado, se convoca una Conferencia de Presidentes con fines más propagandísticos que reales. Se trata de vender la Ley de Economía Sostenible en lugar de coordinar políticas anticrisis. Y ya de paso, se trata de recuperar la convocatoria realizada para septiembre de 2008 de una Conferencia de Presidentes monográfica sobre violencia de género. Y metidos en harina, en el cajón de sastre, agricultura como demandan Barreda y Valcárcel. Y reglamento. Mucha agenda para tan poco tiempo. La razón es que no se trata de consensuar nada sino de hacerse una foto. Y para esto basta con unos segundos.
¿Vuelven las ‘subprime’? El Santander negocia la venta de una cartera hipotecaria, sana, a Morgan Stanley
14/12/24 07:00