Este riesgo que actualmente tiene Navarra, existe entre la ciudadanía, pero mi obligación es decir que existe ese riesgo, sin alarmismos, pero decírselo, la comunidad más histórica de España no puede jugarse su identidad en unas elecciones. Es una pieza fundamental en el engranaje constitucional. La historia de Navarra no puede jugarse en unas elecciones, es imposible, ha defendido el presidente foral.
Sanz, no obstante, ha advertido del riesgo: Yo no podría revocar el órgano común porque yo no estaría en el gobierno y el parlamento tendría votos suficientes, sería remitido al Senado y las mayorías que respaldarían esa institución común serían las mismas que le respaldarían en el Senado. Pero ha recordado que ya lo hizo en una ocasión en el Senado: La constitución prohíbe la confederación de comunidades autónomas, y aquello era una federación encubierta envuelta en el carácter de un acuerdo de cooperación, es decir, se había escondido una federación de comunidades autónomas y tenía todas las competencias.