Como en las películas de alumnos marginales, la comunidad de Madrid ha implantado en este curso por vez primera lo que denominan como aulas de alumnos singulares. Se trata de aulas con no más de cinco alumnos problemáticos custodiadas por dos profesores. La razón de la existencia de dos profesores es que la orden que tienen en la consejería de educación consiste en que, cuando un alumno se pone nervioso, uno de los profesores debe acompañarle al pasillo sin perder los nervios. Esto de la pareja de profesores recuerda demasiado a la Guardia Civil, señala un profesor de la Comunidad de Madrid a Hispanidad.
La verdad es que las escenas en los institutos españoles dan miedo. La pérdida de autoridad del maestro es tal que uno puede observar cómo una panda de incontrolados se permite amenazar de muerte a su profesor sin que haya consecuencia alguna. Progresamos.