Y este es justo el desmadre que esta ocurriendo con la propiedad intelectual. La SGAE cobra o pretende cobrar, a radios, televisiones, restaurantes, salas de cine, hoteles, discotecas etc.un porcentaje sobre su facturación independientemente de que estos exhibidores hayan utilizado, o no, a los creativos a los que representa SGAE (que, obviamente, no representa a todos). Y no sólo eso, esos exhibidores se ven obligados o coaccionados a pagar a todas las sociedades de gestión de derechos.
El autor del blog tiene toda la razón: el cobro de propiedad intelectual es totalmente arbitrario. Una de dos: o cada entidad de gestión de derechos cobra el uso de sus representados o, si esto fuera demasiado difícil, el Estado debería unificar el cobro y repartirlo entre los autores.