Casi estaría por asegurar que Daniel Anido es de los que repite aquello de "yo nunca me arrepiento de nada". Y conste que comparto con él su opinión sobre el hecho de que alguno de sus citados tiene, en efecto, baba en la pluma. Pero aún es peor tener baba en el alma. Estoy convencido de que don Daniel no se ofenderá por ello, porque como bien sabe, el alma no existe, o es alma neuronal.
Por cierto, cuando a uno se le calienta la pluma, la boca y el alma suele traspasar la delicada linde de la verdad. Porque todo el muy bien trenzado insulto literario de mister Anido queda en solfa cuando acusa a los de la pluma babosa de atacar la falta de fe de sus damnificados, es decir, de los amigos de don Daniel. Pero Dani, muchacho, que eso lo te lo crees ni tu. Remember: el insulto del siglo XXI es justamente el contrario: la grave acusación de creer en Cristo. Tildar a alguien de "agnóstico", como sin duda sabes, no es desprecio sino elogio. Aquí sólo existe una progresía PSOE, a la que perteneces, y otra progresía PP, a las que pertenecen tus zaheridos. Ambos bandos os sacudís con gusto pero se trata de un combate amañado. La alternativa a ambas progresías es el cristianismo, que ese sí es periodismo alejado del proscenio, recluido entre bambalinas. Y cuando osa asomar la cabeza para participar en la escena, tanto los progres del PSOE como los del PP os unís en nacional y democrático consenso para fumigar al periodista cristiano. Por eso has intentado el artificio de meter en el saco a Cristina López, y hasta te has burlado de su apellido como -denuncias- toros se burlan de la gestación de Carme Chacón. Eso no está bien, Dani, príncipe, evítalo en el futuro.
Por último Daniel, no me seas cursi: "Si les plantamos cara, mirando fijamente sus despojos orgánicos...". Me recuerda lo de tu admirado ZP, en el discurso de Investidura cuando prometió defensa activa, intuyo que no personal, contra "todo cobarde que levante la mano a una mujer". ¡Ay de los presidentes vengadores! Sabes que las poses homéricas resultan grandiosas pero se ubican en la misma frontera del ridículo. En cuanto se traspasa, la reacción del público suele ser la carcajada.
Postdata: Reparen en aquello a lo que me obligan los chicos de Janli Cebrián: acabo de defender a Jiménez y Pedro José: ¡Cielo Santo, las columnas de la civilización se tambalean!
Eulogio López
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