Sr. Director:
He visto el partido Barça-Real Madrid. Y he visto lo siguiente. De una parte, el Barcelona con unas "ganas de jugar" apabullantes. Por un lado, un Etoó ávido de balón en todo momento, tanto que da lugar al primer gol y está a la que salta para conseguir otro. Un Ronaldinho, con una sonrisa de oreja a oreja, feliz incluso ante sus propios fallos, pero que pone en un brete a todos los contrarios, agobiándolos en su campo, disfrutando con su juego y haciendo disfrutar a los espectadores. Y, todos a una hasta lograr el magnífico resultado : 3-0.
De otra parte, el Real Madrid, con un "pasotismo" que tumba. Beckham ve venir los balones como si no fueran con él y... pasa; impropio de un jugador de su categoría. Ronaldo pasa más todavía, no va a por una, parece realmente un fardo, ya no da más de sí. Figo, asfixiado en su lucha a lo Gary Cooper en "Solo ante el peligro", pero sin ningún resultado. Y no digamos de todos los demás, de los que, en este caso, paso yo. Porque no hay nada que decir. En suma, se reflejan dos actitudes ante la vida, que reflejan el éxito o el fracaso, el mérito ganado o el desencanto también ganado. Me gustó mucho el partido.
Enrique Palacios
epalaci@supercable.es