La economía hispanoamericana creció en 206 un 5,3% del PIB y seguirá manteniendo tasas de desarrollo muy confortables en 2007, por encima del 4%. El motor de este crecimiento son las exportaciones al Extremo Oriente y la deuda externa se ha reducido de 750.000 millones de dólares en 2004ª 600.000 en 2005. Estos son los trazos que el consejero del Tribunal de Cuentas Juan Velarde ofreció en la mañana de este martes durante su conferencia en el Observatorio Económico de FAES.
Sin embargo, señala Velarde, esta maravilla también tiene su pasivo. Y el riesgo es el de siempre: un sistema tributario escaso e ineficaz y unas enormes diferencias sociales, además de altos niveles de corrupción. Estos factores derivan en un populismo que afirma solucionar el problema dirigiéndose hacia los malos: los capitalistas, la consideración de la inversión extranjera como peligrosa. Según señaló Velarde, uno de los frenos más importantes para este populismo es la monarquía española. En todo caso, señala que la inversión en Iberoamérica en los dos últimos años ha caído del 30 al 28% del total, mientras que la inversión española en la UE se incrementó del 53 al 54%.