El cambio de Gobierno no ha afectado positivamente a los Botín. El ex presidente del Gobierno, Felipe González, ha aconsejado a Zapatero que los banqueros, cuanto más lejos mejor. Asimismo, la vieja guardia ha convencido a Zapatero de que a la justicia hay que dejarla hacer, y que al electorado socialista no le gustan la delicadeza judicial con los poderosos.
Sin embargo, la alianza entre los Botín y los Polanco es cada vez más sólida y eso siempre representa un gran apoyo. Históricamente, sólo la familia March gozaba de los favores del grupo PRISA-Sogecable, pero ahora hay que añadir a los Botín. La relación más fluida es la establecida entre Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA, y el vicepresidente de SCH, Jaime Botín. Este, además, se ha convertido, aunque por debajo del 5%, en el tercer accionista de PRISA, por detrás de Jesús Polanco y de Pancho González.
Y recuerden: todas las empresa en las que participen los Botín y los March tienen asegurado un buen tratamiento del grupo de opinión más importante de España. Eso sí: "buen tratamiento" no significa recibir elogios, sino sencillamente no recibir palos. Pero un banquero debería conformase con eso, ¿no?