Los agricultores, además de intentar vivir de la agricultura, sus trabajo cada día es más completo y complejo, cumplen una importantísima labor social manteniendo un equilibrio territorial y, casi sin pensarlo y en contra de lo que algunos piensan y hablan, son los principales mantenedores del medio ambiente.
En este sentido está la preocupación mostrada por el cabildo de Tenerife quien recoge que "por desgracia" el abandono de la actividad agrícola es una práctica generalizada en todo el territorio insular debido a la pérdida de rentabilidad de los cultivos. Por ello, el abandono de la agricultura amenaza por la erosión a la isla de Tenerife.
Este fenómeno adquiere tintes dramáticos, si tenemos en cuenta que de la totalidad de tierras que en algún momento se dedicaron al cultivo, se ha perdido este uso en casi el 60%, en la misma isla.
Este abandono de cultivos se asocia directamente al riesgo de erosión y pérdida de suelo, refiriéndose a la "sobre-erosión" o erosión inducida, es decir, la que resulta del abandono de los cultivos con la consiguiente pérdida de vegetación y la protección que ejerce sobre la tierra. En el caso que comentamos, el 17% de la isla de Tenerife se encuentra amenazada por la erosión como consecuencia del abandono progresivo de la agricultura, afectando especialmente a las zonas donde el medio ambiente es más vulnerable.
Pienso que algo habrá que hacer para mantener en la tierra a aquellos que además de intentar vivir de ella son sus mejores mantenedores.
Jaume Catalán Díaz
jacatadi@gmail.com
