Sr. Director:
La ley le garantiza a toda persona mayor de edad el derecho a esterilizarse quirúrgicamente en los servicios del Sistema de Salud. No se requerirá indicación médica precisa, consentimiento del cónyuge o conviviente, ni autorización judicial -excepto para las personas declaradas judicialmente incapaces-. Curiosamente los mismos que sostienen que no se le puede pedir a la gente que se case para toda la vida; decidieron que sí se puede optar por una esterilización irrevocable y definitiva. Recordemos además que el proyecto que baja la mayoría de edad -de 21 a 18 años- cuenta con media sanción del Senado desde el 23 de noviembre pasado.
Aunque los médicos pueden hacer objeción de conciencia, todo centro de salud, público o privado -aún si es confesional-, tendrá que realizar forzosamente estas intervenciones que contravienen el orden natural y han sido -explícita y reiteradamente- condenadas por el Magisterio de la Iglesia.
Consentimiento informado
Si bien el art. 4º prevé que el médico debe dejar constancia en la historia clínica de haber proporcionado al paciente información sobre las implicancias, riesgos y consecuencias de la práctica a realizar y que el consentimiento debe ser debidamente conformado por el paciente; no se limitan las circunstancias en que este consentimiento pueda prestarse. ¿Una parturienta con un bajo nivel de educación que acude sola a un hospital público, está en condiciones de tomar una decisión irreversible? Los abortistas sostienen que el filicidio durante el parto y puerperio debe tener menor penalidad por las particulares condiciones emocionales de la mujer, bajo ese supuesto piden la libertad de Romina Tejerina, la joven jujeña que mató de 17 puñaladas a su bebé recién nacido. Con igual pretexto el Anteproyecto de Código Penal, que el Gobierno dio a conocer en mayo, reduce la pena para la madre que mate a su hijo durante el nacimiento o el estado puerperal (art. 87 del Anteproyecto). Vale decir, los mismos ideólogos que consideran que esas circunstancias obnubilan la razón al punto de atenuar el asesinato de un hijo, sostienen que no empañan la lucidez para optar por una mutilación.
Sin vuelta atrás
La reversibilidad de la esterilización quirúrgica es compleja, difícil y costosa, por eso el proyecto no la contempló. Los abortistas lo saben perfectamente, saben que sólo es reversible en escasas ocasiones, y que este proceso tiene riesgo quirúrgico. Por eso, en lugares como la Ciudad de Buenos Aires donde se la practica desde el 2003 por resolución de la Secretaría de salud (resolución que curiosamente no fue publicada nunca en el Boletín Oficial) se aseguran de que el paciente esté firmemente decidido a no volver a tener hijos. En realidad nadie piensa en la recanalización como método para restaurar la fecundidad, lo que se ofrecerá gratuitamente -en un futuro no muy lejano- a los inevitables arrepentidos, es la inmoral fertilización artificial (FIV). La FIV está en avanzado estudio en el Senado.
Las provincias
Los centros de salud provinciales deberán también esterilizar gratuitamente a requerimiento del paciente. Más de un legislador señaló en la Cámara de Diputados, que ésta es una intromisión abusiva del estado nacional que provoca el incremento del presupuesto de salud de los hospitales provinciales y, por ende, de cada provincia. No obstante, durante ese debate, Sylvestre Begnis explicó que invitar a las provincias a adherir colisiona con el sentido que pretenden darle a la ley: "la esterilización como derecho.
El texto completo de la ley se puede consultar en
http://www.notivida.org.ar/legnacional/Ley 26130 Contracepcion_quirugica.html
Por Mónica del Río
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