A medida que se van sumando capítulos a la polémica en torno a la reforma de la educación del Ministro Wert, como el reciente sobre las notas medias para conseguir las becas, perdemos el horizonte de la urgencia de un vuelco al sistema educativo español para corregir a fondo las causas reales del fracaso del actual sistema.El diagnóstico del reciente Informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo es muy elocuente.
En España gastamos un 15% más que la media de los países de esa Organización en educación y sin embargo estamos a la cola del empleo de nuestros estudiantes. El mal encaje de los estudios españoles con el mercado laboral, el alto fracaso en las etapas formativas, particularmente en la Secundaria, con el alto índice de abandono escolar y la reducida tasa de alumnos que eligen la formación profesional, son algunas de las causas que hacen que nuestro sistema educativo se haya convertido en un lastre para las nuevas generaciones.
Esta radiografía hace, si cabe, más incomprensible el inmovilismo y la cerrazón del PSOE, al que parece no interesarle lo más esencial para el futuro de una sociedad. El PSOE utiliza la enseñanza como plataforma para introducir su ideología al margen de los problemas reales de la formación integral de los alumnos.
Esta sí que es materia para un gran pacto de Estado, imposible hoy por la miopía ideológica de la izquierda española.
Jesús Martínez Madrid