Por si a alguien no le había quedado claro, el consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, explica así los resultados, muy buenos resultados, obtenidos por la compañía durante el primer semestre del presente año: Iberdrola gana más porque invierte más. Es cierto que, gracias a esa inversión, Iberdrola ha aumentado su facturación en cerca del 10%, hasta los 4.902 millones de euros. El beneficio neto fue de 572 millones, un 12% más que durante el mismo periodo del año anterior. Iberdrola cumple su promesa de crecer a dos dígitos, ambicioso compromiso que le ha llevado a aumentar su capitalización un 15%. Hoy Iberdrola vale 15.642 millones de euros, una cantidad considerable hasta para los monstruos europeos del sector.

 

Por que ese es el problema de Iberdrola: demasiado rentable y sin un núcleo duro digno de tal nombre y sin acción de oro o protección del Estado.

 

Además, es, junto a la norteamericana Florida Power (con quien, por cierto, pudo comprar y lo impidió el BBV) líder en energías renovables, especialmente eólica, en el mundo.