• Obligará a los alcaldes a casar homosexuales aunque el gaymonio repugne a su conciencia.
  • Acabemos con la objeción de conciencia y acabaremos con la libertad de conciencia.
  • Pocos años atrás, el Constitucional galo aseguraba que el matrimonio está compuesto por varón y mujer.
  • Pero ahora que se ha abierto la veda... atenta contra el derecho más elemental: el derecho a la coherencia.
  • La objeción es una de las obsesiones del Nuevo Orden Mundial (NOM).

El Tribunal Constitucional francés (en la imagen) prohíbe la objeción de conciencia a aquellos alcaldes que se niegan a casar homosexuales... porque atente contra su conciencia. Ahora tendrán que casarles quieran o no.

Con ello, el altísimo Tribunal galo se carga la libertad de conciencia e impone el gaymonio obligatorio.

Es la táctica habitual del Nuevo Orden Mundial (NOM) cristófobo: cargarse el derecho a la objeción de conciencia para, de esta forma, obligar a los médicos a elegir entre su defensa de la vida o su carrera profesional. Y a los juristas, a los policías, a los políticos, a los periodistas, etc.

Es la clave: acabemos con la objeción de conciencia y acabaremos con la libertad de conciencia. Con la conciencia es imposible acabar.

Eulogio López
eulogio@hispanidad.com