Carlos Herrera, en Onda Cero, se refería a la manifestación del domingo en Sevilla convocada por la AVT. La verdad es que ni el sol, ni el calor, ni el subdelegado del Gobierno pudieron evitar que un puñado de miles de personas se manifestaran para exigir la verdad del 11-M y para pedir que pare la negociación con ETA.  Jiménez Becerril dijo que quería para sus sobrinos un Presidente del Gobierno en quien pudieran confiar. Ha contado que (en Bruselas) ningún eurodiputado socialista vino siquiera a saludarles, como si tuvieran una cierta prevención, o les molestara la mirada de las víctimas. Se comportan como ayer Zapatero en Alcorcón, que se comporto frío como un pescado, ni una palabra, ni un gesto, no existen para él. Ojo con la calle porque Aznar, con toda esa soberbia de mayoría absoluta que le entró por el cuerpo, se le tapó el oído y no oyó a la calle. ¿Cuál fue la reacción de ayer de Zapatero? Decir que quienes  se manifiestan en Sevilla son de la extrema derecha, y esa es la última consigna del PSOE y sus pelotas lo están repitiendo hasta la saciedad, pero de las víctimas, ni una palabra, y sin las víctimas, muy poco proceso hay. Ayer se dedicó a sus bobadas, cogió su guitarra y se dedicó  a hablar del centro internacional de la paz que quiere establecer en Madrid, para resolver conflictos. ¿Existe extrema derecha?, claro, y también extrema izquierda. ¿Cree que nos vamos a tragar que extrema derecha es todo lo que se opone a Zapatero?

 

Y otra duda proseguía Herrera- es si el Gobierno y emisarios están hablando con quien tienen que hablar, porque Josu Ternera sigue mandando en ETA pero a la vista de lo ocurrido, las dudas son más que razonables.

 

La inmigración es a lo que se enfrenta el Gobierno. Uno de esos temas, le va a costar muchísimo trabajo, por eso, todo lo demás son acusaciones grandilocuentes. Para Zapatero, la mejor derecha es la que no existe y simplemente disputando en torno a eso cree que ya tiene tapados uno de los asuntos fundamentales, comentaba también Herrera.