Algunos secretarios de Estado pesan más que algunos ministros El run-run es incesante y el interesado se deja querer. El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, está en todas las quinielas. Él se lo toma con humor: ser ministro, aunque sea de Marina. Y continúa con el humor: No me desees ningún mal. Pero el 'run-run' está ahí, y él es consciente. Si Zapatero optara por un perfil político, Granado tendría todas las papeletas. Y parece que optará por un perfil político. El interesado, de momento, tranquilo. Dice a los suyos que mejor ser secretario de Estado con contenido que ministro sin cartera. Y tiene razón. Sólo que él no suena para ministro de Igualdad ni de sanidad, sino como sustituto de Solbes en la vicepresidencia. Y eso ya son palabras mayores. Vamos que no es Marina.