Un banco de inversión repugnantemente especulativo, amenaza con llevar al Gobierno portugués ante los tribunales, porque no le pagan una deuda proveniente del Banco Espirito Santo, lo que podría ocasionarle un quebranto de más de 500 millones de euros.
Lo primero, no parece que los analistas de Goldman sean tan buenos, ellos, que se dedican a dar consejos a los demás. Un préstamo de esas dimensiones a un banco en quiebra no parece muy inteligente, la verdad.
Por otra parte, todo el mundo sabe que cuando uno de los grandes bancos norteamericanos de inversión, es decir, especulativo, presiona a un gobierno lo que menos le importa es lo que digan los tribunales. Su gran arma consiste en la amenaza. Mucho cuidado con no pagarnos de forma prioritaria o tu reputación, Portugal, va a quedar por los suelos y nadie va a comprar ni tu deuda pública ni tus empresas.
Pero es que, además, el plante de Goldman viene por el error de los errores en materia de crisis bancaria. Pero no dejar quebrar a los bancos quebrados. Hasta Putin se empeña ahora en salvar a sus bancos en crisis, con los que la ristra de quiebras bancarias continuará por los siglos. Y todos seguiremos pagando los errores y los horrores de los banqueros, por aquello de que se trata de un negocio que juega con el dinero de los demás. El dinero ajeno que pierde el banquero por su gestión, mala y/o dolosa.
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