La nueva cúpula considera que sobran entre 9.000 y 9.500 puestos de trabajo, frente a los 10.500 de Magna
Nick Reilly, convertido en presidente de GM tras la ruptura de negociaciones con Magna, anunció que el plan de la compañía para Opel contempla el despido de entre 9.000 y 9.500 trabajadores. La decisión supone deshacerse del 20% de la plantilla, pero permitirá conservar el puesto de entre 1.000 y 1.500 trabajadores que con el plan de Magna habrían acabado en la calle.
Por ahora no se puede cantar victoria en la planta española de Figueruelas, aunque es de esperar que el menor número de despidos se reparta por las plantas europeas de Opel. Ejecutivo y gobierno autonómico esperan que la nueva dirección tenga en cuenta la eficiencia de la factoría.