Sr. Director:
En los medios de comunicación encontramos mecanismos para defender a nuestros niños contra la pornografía. Creo que es un derecho democrático el poder elegir que mis niños vean o no vean pornografía. Si existen estos mecanismos deduzco, que, a pesar de la creciente perversión de la sociedad, aún se le atribuye a la pornografía una influencia negativa, poder para herir la sensibilidad, por lo menos de los menores.
Cuál fue mi sorpresa al toparme con un cartel inmenso, frente al colegio de mi hijo de 5 años, con una fotografía de un desnudo frontal masculino anunciando la fiesta del carnaval. ¿Dónde queda mi derecho democrático de poder defender a mi hijo de la pornografía? ¿Dónde queda la posibilidad de elegir? Es indignante que el Ayuntamiento sea quien financie esta pornografía con nuestro dinero, o que tan sólo lo permita, ¿no es esto denunciable?, ¿no es delito?
Un Gobierno que se jacta de ser progresista, ¿pero a dónde progresa?, ¿a la perversión sexual?, ¿a menoscabar nuestros derechos?, ¿a gastar el dinero en pornografía? Y es que año tras año vamos a más, ¿de quién será la foto el año que viene?, ¿del pleno del ayuntamiento en una orgía? Está bien ser liberales en algunos temas y no dejarnos oprimir por tabús sin sentido, pero, por favor, tengamos equilibrio y no nos convirtamos en unos guarros. Si al alcalde o a alguno de sus concejales les gusta tener posters de hombres o de mujeres desnudas en su casa, que se queden ahí y que no los saquen fuera. Creo que el Ayuntamiento debería retirar los carteles y pedir disculpas.
David Garrido
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