El presidente de Gas Natural-Fenosa recuerda que no podemos vivir con un déficit acumulado de 20.000 millones de euros. Y concreta: la eólica terrestre es sostenible, otras no.
Los hechos son tercos, pero poco puntuales. El consenso en el sector eléctrico ha tardado en llegar porque los intereses de cada uno discrepaban. Ahora bien, ante un déficit de tarifa acumulado que se aproxima a los 20.000 millones de euros, con unas primas a las renovables que han elevado el coste de tan limpias energías por encima de los 6.000 millones al año, el asunto ya no aguanta más.
El consenso de las tres grandes eléctricas españolas sobre la necesidad de reducir las subvenciones públicas a la energía solar (fotovoltaica y termosolar) se ha escenificado en la Junta de Accionistas de Gas Natural-Fenosa, celebrada durante la mañana del martes en Barcelona. Su presidente, Salvador Gabarró, siempre florentino, se ha mostrado más firme que nunca: Ha llegado el momento de hacer números y de tomar decisiones drásticas. Necesitamos un mix energético sostenible, sí, pero también sostenible económicamente.
Todo esto no es otra cosa que decirle al Gobierno que el ecologismo de Zapatero nos conduce a la ruina. Las subvenciones públicas a las energías verdes, especialmente a la solar, simplemente destrozan la economía española. Y, para que quede claro, Gabarró (Gas Natural-Fenosa sí tiene renovables) aclara que la energía eólica terrestre sí puede ser rentable. Por extensión, como no puede estar refiriéndose a la biomasa, el objeto de la ira del presidente de Gas Natural es la fotovoltaica y la termosolar, donde se forran con cargo al erario público Acciona, ACS, Abengoa e Isolux principalmente. Las tres grandes eléctricas, enfrentadas por otras razones, han alcanzado el consenso total: tanto GN-Fenosa como Iberdrola y Endesa consideran que la política energética del Gobierno debe cambiar de inmediato. Y cambiar de forma drástica.
Las cifras de Gabarró: ¿Qué cuesta -coste total- producir un MW con? Si se trata de ciclos combinados 0,5 millones de euros; con energía eólica 1,2, con termosolar, 5 millones de euros. Es decir, diez veces más que con gas. Pues bien, lo que subvenciona ZP con el dinero de todos, es a los millonarios productores de energía solar, la más cara, la más ineficiente. Y eso que Gabarró, vaya usted a saber por qué, no cita el coste de la energía nuclear, con un parque de reactores totalmente amortizados, unas cuatro veces más barata que el propio ciclo combinado y ZP cerrando Garoña. En cualquier caso, las conclusiones: La energía solar no es sostenible.
Si pasamos de los esquemas teóricos a la práctica del pasado año -muy ventoso, por cierto- el panorama aún se vuelve más sombrío: el pasado año el mercado pagó por la energía 38 euros por MW de ciclo combinado, 82 por el eólico y 460 euros por la solar. Gabarró, intentando evitar el choque frontal con el Ejecutivo, asegura que debe tomar medidas drásticas ya, y, ojo, aunque nadie se lo agradezca.
¿Es que nos sobra dinero en España?, brama Gabarró, porque lo cierto es que con las generosas mercedes del ecoverde Zapatero estamos pagándole a todo el mundo el coste de la investigación e implementación de la fotovoltaica. Al final, el sector está exigiendo al Gobierno que cobre el precio real por la energía. Un dato. De lo que paga Juan Español por la electricidad, el 45% son impuestos y tasas, el 25-30% son los peajes, tasa y subvenciones, mientras el coste real de la energía sólo representa el 25% de lo que paga el consumidor. Resultado: la energía es cara y, lo que resulta más importante, nos hace ser menos competitivos, uno de los grandes problemas de la economía española, al decir de los expertos.
Eulogio López
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