El lunes 3 de agosto El País publicaba este artículo. Un plagio de lo que ya había publicado Hispanidad el 26 de junio, casi 40 días antes. Naturalmente, El País no cita a Hispanidad. Una constante muy poco deontológica. El periodismo español se caracteriza por la campaña de los grandes multimedia contra la prensa independiente de Internet, que, no sólo le está estropeando el negocio sino que le está quitando toda la influencia.
Y hay más. La idea no ha surgido del Banco de España apoyada por el Partido Popular, sino justamente al revés. La idea ha partido de Cristóbal Montoro. El portavoz económico del PP medio convenció a Mariano Rajoy de que los conservadores debían situarse a la cabeza de las fusiones inter-regionales de cajas de ahorros, y, por el mismo precio, la conversión de las cajas en sociedades anónimas. De esa forma, uniendo Caixa Galicia, la levantina CAM con Caja Madrid, es decir, tres cajas de ahorros de tres gobiernos del PP, controlarían la tercera entidad financiera del país y, encima podrían realizar un control agresivo de costes -despidos, vaya- que es lo único que podría salvar a CAM y Caja Madrid de caer en algo parecido a una crisis muy seria (Caixa Galicia tampoco está para tirar cohetes).
Otra cosa es que el liberalísimo gobernador MAFO aplauda la media porque no puede no aplaudirla: lleva un año vendiendo fusiones inter-regional de cajas para que los gobiernos autonómicos manden menos y él manda más en el sector y, ya de paso, para conseguir algo en lo que coincide con buena parte del PSOE y con casi todo el PP: la necesidad, que algunos no vemos por sitio alguno, de convertir a las cajas en bancos.
No olvidemos, además, que la CAM es la única entidad que ha emitido cuotas participativas, acciones con derechos económicos pero no políticos.
¿Y por qué El País habla de Miguel Blesa? Muy sencillo, no es idea del actual presidente de Caja Madrid, es cierto que Blesa ha vislumbrado la única posibilidad que tiene de evitar ser despedido, y con cajas destempladas, de Caja Madrid. Como bien aseguran fuentes de la entidad a Hispanidad, ahí este diario se ha equivocado: Blesa no sólo tiene de plazo hasta septiembre sino hasta finales de noviembre, porque en Septiembre se inicia el proceso de renovación de órganos pero no culmina hasta noviembre. Lo mismo hizo otro cajero apegado al asiento: el presidente de Unicaja, el socialista Braulio Medel. A cambio de quedarse le hizo el favor al PSOE andaluz de Juan Antonio Griñán y Manuel Chaves de robarle Cajasur a la Iglesia.
Curiosamente, el que menos cree en la fusión es Manuel Pizarro, en principio el hombre con más posibilidades de suceder a Blesa en Caja Madrid.
En cualquier caso, vamos a lo importante: el Gobierno valenciano de Camps podría dar su visto buen pero Alberto Núñez Feijóo ya ha dejado claro que la fusión Caja Madrid-CAM-Caixa Galicia se hará por encima de su cadáver. Sabe que eso significaría que en Caixa Galicia mandaría Madrid y que Caixanova sería absorbida por otra entidad de otra comunidad. Y ojo, socialistas y Bloque se alinean aquí con Feijóo. No hay más que responder a las tres preguntas: ¿Dónde estaría la sede? ¿Cuál sería el nombre? ¿Quién mandaría?
Lo que busca el Gobierno gallego es una fusión ente Caixa Galicia y Caixanova, que les permita abordar una reducción de costes. Además, Julio Fernández Gayoso tiene 78 años por 62 José Luis Méndez. Éste último, además, muy desprestigiado por haber colocado a sus dos hijos en la entidad.
No, el hombre clave para hacer la gran caja gallega es el presidente saliente de la CECA; Juan Quintás. Tiene 66 años y puede seguir siendo presidente (o director general, o ambas cosas al a vez) hasta los 70 años (límite de edad en la normativa gallega para ser consejero), o incluso más: basta con que cumpla 70 dentro de su mandato. De eso, Gayoso sabe mucho.
Eulogio López
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