El secretario, Luis Joaquín González Díez, se lava las manos En la tarde de este jueves se celebraba en el Colegio de Farmacéuticos de Madrid una reunión para consensuar las acciones que se llevarían a cabo en relación a la obligación de la dispensa de la PDD. A pesar de tratarse de una convocatoria doméstica acudieron cerca de 30 farmacéuticos madrileños lo que demuestra el interés y la preocupación con el tema.
Se manejó la posibilidad de colgar carteles en las puertas y en todo caso, de objetar en bloque. Pero sobre todo, pretendía algún tipo de posicionamiento o respaldo por parte del colegio. La respuesta del secretario, Luis Joaquín González Díez, no pudo ser más fría. Dijo que como secretario, el Colegio no se podía posicionar en un tema que era polémico y recomendó el perfil bajo: primero esperar a ver cómo quedaba la regulación dentro de tres meses. Y después, hacer ejercicio de cintura. Es decir, no venderla, pero sin ruido.
Una respuesta que no ha resultado satisfactoria. Así que los farmacéuticos madrileños planean una campaña para pedirle al Colegio un posicionamiento más firme y un mayor amparo de sus colegiados, preocupados -con razón- porque una bomba hormonal y abortiva como la PDD  se pueda dispensar sin receta