Y es que los de las pistolas están muy molestos de que la Audiencia Nacional haya llamado a declarar a Otegi. No entienden la palabra tregua, dicen con el tono de los chulos de barrio. De lo que no se han terminado de enterar es de que Otegi es un ciudadano más, que no sólo no está aforado, sino que representa una plataforma electoral ajena al sistema por violar el ordenamiento jurídico.
Pero claro, para los matones del barrio, el estado de Derecho es un mero inventario. Un mal chiste para sus objetivos políticos. Así que se permiten practicar la extorsión, crecidos ante la pasividad del Gobierno y el ridículo gubernamental. ETA marca la hoja de ruta y Zapatero sigue declarándose optimista. Pero de los antropológicos que diría De la Vega. ¡Pues qué bien! ¡Menuda fauna!
Alba informaba de que el Gobierno temía que se produjera una espiral de atentados que paralizaran la negociación. Ese es, curiosamente, el mismo miedo que existe en la banda, dividida entre los negociadores liderados por el histórico Josu Ternera y los cachorros capitaneados con mano de hierro por Txeroki. El acoso policial, la diferencia generacional y la diferencia de criterios sobre la estrategia a seguir, les hace estar incomunicados.
De nuevo dos ETAs. La vieja y la nueva, la pacificadora y la del los hijos de la ira. Y el Gobierno lo sabe, aunque Rubalcaba quisiera hacerse el longuis el pasado domingo en Intereconomía: La verdad es que no sé si hay dos ETAs y creo que nadie lo sabe. Hombre, tanto como nadie...
El discurso de los hijos de la ira es muy claro : Que no se equivoquen, el conflicto no tendrá fin mientras que los derechos de nuestro pueblo no sean reconocidos y garantizados... y esto sucederá cuando logremos la libertad de la propia Euskal Herria, afirman fuentes etarras a Alba. ¿Ha quedado suficientemente claro? Fuentes de la seguridad del Estado afirman al mismo semanario que da la sensación de que ETA se está riendo del Gobierno. Y tanto, que dicen en Barcelona.
Luis Losada Pescador