Lo peor que le puede pasar a una empresa o a un Estado es no contar con un plan creíble. El problema de Zapatero no es que haya buscado una salida a la crisis socialdemócrata; su problema es que no tiene plan. Así se lo recuerda Juergen Donges, quien presidiera el Consejo Económico de los cancilleres Kohl y Schröder. Su plan es inexistente; su política incoherente e inconsistente. Sus reformas mínimas. Y el mercado cotiza a la baja la parálisis y la incertidumbre. El plan de racionalización se ha quedado en 32 cargos, menos del 10% y apenas 16 millones; mucho menos de lo que supone quitar un Ministerio. Y lo peor de todo: De la Vega reconoce que se trata de un gesto simbólico. ¿Pero no se dará cuenta de que ya no estamos para gestos, sino para decisiones? Además, Salgado siempre ha argumentado que el cierre de ministerios o el incremento de la fiscalidad de las rentas altas es el chocolate del loro. ¿Y qué son 16 millones de euros? Con razón Salgado se resistía en la rueda de prensa a ofrecer la cifra; a ver si había suerte y nadie se la pedía. ¡Ingenua!
Andrés Velázquez
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