El Gobierno Zapatero tendrá que decidir si cierra Garoña o prolonga su plazo de vida otros diez años. La licencia de la central nuclear burgalesa expira el próximo 5 de julio y el Gobierno sólo dice estar a la espera del dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que este mismo viernes revisaba por segunda vez las instalaciones. El informe es un requisito técnico, de manera que si el CSN pusiera alguna objeción de seguridad, el Gobierno estaría obligado a cerrar la central. Sin embargo, si no hay problemas de seguridad, el Ejecutivo tiene carta blanca.
Mientras tanto, las opiniones se suceden a favor del debate o a favor de la moratoria. Pocos son los que hablan de cerrar las centrales, pero uno de ellos es ZP. Desde el antiguo ejecutivo socialista, Felipe González ha considerado un error prescindir de la energía nuclear. También el ex ministro de Hacienda Carlos Solchaga. El último en sumarse al debate ha sido el Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana: Si se confirman las medidas que se están anunciando me parece un grave error, ya sea Garoña u otras centrales, advirtió Solana este viernes. Como quien intuye la cabezonería de un adolescente, el ex ministro señaló: Estamos hablando de cosas muy serias.
