Como es sabido la cultura pasa de padres a hijos. Así, si Emilio Botín defiende a la Banda de los Cuatro como el futuro de la economía mundial, su hijo, Emilio Botín-Sanz de Sautuola y O´Shea, tiene una consultora internacional de tecnología, que subcontrata programadores y analistas en China, India y el lejano Oriente. Además, en sus ratos libres es consejero del banco y miembro de la Comisión de Tecnología del Santander Central Hispano.
Desgraciadamente, esta es una práctica habitual en casi todas las grandes multinacionales que, además, atenta contra la libre concurrencia en un mundo globalizado. Las empresas no se deslocalizan para ganar eficiencia, sino para pagar salarios más bajos (con lo que no ganan eficiencia, sino beneficio). Se calcula que uno de cada tres puestos de trabajo que genera la industria estadounidense está radicado en China, India y Tailandia.
En otras palabras, no habrá globalización mientas no se compita en unas condiciones laborales similares, mientras no se aplique un salario mínimo a nivel mundial.