Sr. Director:

Profesionales por la Ética desea hacer público lo siguiente:

1. Los embriones humanos son seres humanos completos, con todas sus potencialidades en plena capacidad. Un niño recién nacido, no por estar inacabado, que lo está, es incompleto, ni deja de ser persona por ello. 

2. Los embriones humanos no pueden nunca ser usados como material de laboratorio. No se puede "crear", y aún menos sacrificar, a un ser humano en beneficio de otro. Crear un ser humano (embrión humano) para matarlo (para destruirlo) y usar sus tejidos es a lo que se le ha dado en llamar "clonación terapéutica". 

3. Ni siquiera sería lícita la clonación para curar ciertas enfermedades, algo que está por demostrar. 

4. Por el contrario, ya se está curando y rehabilitando pacientes a partir de células madre (igualmente "tutipotentes") provenientes de tejidos adultos del enfermo, al no existir rechazo. La clonación terapéutica no sólo es, por tanto, inmoral: también es innecesaria. 

5. No nos oponemos a los avances científicos, nos oponemos sólo al uso del hombre por otro hombre. 

6. El uso de la ciencia y la técnica sin límite ético alguno, sin basarlo en un respeto profundo de la persona y de su dignidad, ya ha producido catastróficos abusos en el pasado y puede producirlos aún mayores a medida que crece el conocimiento científico y se difunden las posibilidades tecnológicas. 

7. Detrás de las campañas mediáticas confusas dirigidas por los "científicos" partidarios de la clonación se esconden intereses económicos de las clínicas de reproducción asistida (depositarias de los millones de "embriones ¡seres humanos!" congelados) y de los laboratorios farmacéuticos. Las células madre adultas proveen soluciones personalizadas y, por tanto clínicas, mientras que la clonación de embriones aventura soluciones generalistas y, por ello, farmacéuticas.

Fabián Fernández. Profesionales por la Ética

ffdalarcon@profesionalesetica.com