Nueva incursión cinematográfica de la España negra en un film inspirado en los trágicos acontecimientos ocurridos en el pueblo de Puerto Urraco (en la provincia extremeña de Badajoz), en el verano del año 1990.  El veterano Carlos Saura vuelve, al primer plano de la polémica, con esta dramática película que no ha gustado ni al presidente de la comunidad extremeña, Juan Carlos Rodríguez Ybarra, ni a los vecinos de Puerto Urraco. Estos afirman que quieren olvidarse de una tragedia que tuvo como balance final la muerte de 9 personas (entre ellas varios niños) y dejó malheridas a otras 12. 

 

En El séptimo día se narran los hechos a través de los ojos de una adolescente (Yohana Cobo). Esta intenta comprender cuál fue el desencadenante del odio que enfrenta a su familia, Los Jiménez, con otra del pueblo, Los Fuentes. Saura tiene el acierto de transmitir el ambiente rural que se respira en muchos lugares de nuestra geografía, y de encarar, con brillantez, las consecuencias que puede producir el odio soterrado en las personas. Con guión de Ray Loriga, fotografia de Francois Lartigue y música de Roque Baños, El séptimo día constituye  una perfecta radiografía de la España negra.

 

Un reparto esmeradamente elegido (salvo el del actor Carlos Hipólito, con un físico demasiado "cuidado" para encarnar al tonto del pueblo) dan la talla en este relato que alcanza el clímax en la conocida matanza que da pie a la historia.