En el banco están enfadados con lo que denominan el "giro" de Recoletos tras la entrada de Pedro José No, Emilio Botín no ha abierto un frente contra el presidente de Telefónica, César Alierta. Eso es verdad, pero tampoco puede despacharse la inversión del Santander en la operadora como una mera "inversión financiera o especulativa". Lo cierto de que, en su momento, Juan Villalonga y Emilio Botín intentaron canjeara a BBVA y Caixa -accionistas tradicionales de la teleco- por Santander, más que nada, por parte del banco, buscando el negocio financiero que genera Telefónica, que es mucho.

Ahora, con la compra de un 2%, el  Santander busca eso, participar en el negocio que hoy se reparten BBVA y Caixa, además de intentar una plusvalía adecuada, dado que las ‘matildes' son un buen valor-refugio cuando llueve y que, además, el consenso de mercado ya habla de un valor de 20 euros para la operadora cuando en la mañana del lunes cotizaba a 17,9 euros.

Eso sí, en el banco braman contra Expansión. Afirman que desde la entrada de El Mundo, es decir, de Pedro José Ramírez, el periódico se ha vuelto más sensacionalista. En Hispanidad no nos caracterizamos por defender la forma de hacer de Ramírez, pero en este caso parece como si el banco supurara por la herida de no contar ya con Jaime Castellanos, cuñado de Botín y tío de Ana Patricia, al frente de Recoletos. Lo cierto es que la información de Expansión era buena y pertinente.