Gallardón intenta bloquear el regreso de Rato, lo que más desea Esperanza Aguirre. Nadie cree ya en Mariano Rajoy, que cumpliría su último papel en las gallegas y vascas así como en las europeas. Las previsiones del propio PP es que se perderán las tres. A partir de ahí, los dos líderes que se disputaran al sucesión serán Gallardón y Esperanza... si es que la presidenta madrileña no convence a Rato para que vuelva. Mientras, PRISA asegura sus buenos oficios por Gallardón, mientras El Mundo y la COPE apoyan a Rato y a Aguirre, pero también a Rosa Díez

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, está muerto políticamente. Ni su equipo más próximo, a quien ha encumbrado, como la secretaria general Dolores de Cospedal o la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, creen que el líder puede resurgir, el argumento de moda en Génova -y en buena parte de la derecha española- es el mismo: Si con la desastrosa gestión de la crisis económica que está realizando Zapatero, el PP no se ha puesto en cabeza en expectativa de voto, es que este señor no tiene remedio.

En el propio PP, se cuenta con perder en Galicia en Euskadi y en las europeas, en éstas últimas dañados por una Rosa Díez en alza, con su Unión Progreso y Democracia, que les está haciendo mucho mal al PP. Por contra el PSOE puede mantener el poder en Galicia y triunfar en Euskadi, con un posible pacto con el PNV para gobernar en Vascongadas.

Al final, los líderes que se disputarán la sucesión serán Rodrigo Rato -si acepta volver a la política-, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón. La batalla por Caja Madrid y el espionaje entre Gallardón y Aguirre no son más que preámbulos de la gran batalla por la Presidencia del primer partido de la oposición ante un Rajoy más quemado que el palo de un churrero.

Además, el PP ha perdido el apoyo mediático que tenía en El Mundo y en la COPE, o mejor, de Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos, cuyo mariachi de incondicionales se mueve ahora en otras direcciones. Por ejemplo, hacia la precitada Rosa Díez. El último abandono de periodista o asimilados de postín es el de Fernando Sanchez Dragó, volcado con la opción UPD. Gallardón, el candidato de la derecha progresista, tiene, por contra, el apoyo incondicional de El País y, apagados los ecos de la Operación Malaya, espera su momento para hacerse con la Presidencia.

Por su parte, Aguirre prosigue en un intento de convencer a Rodrigo Rato de que regrese a la arena política, para convertirle, como ya intentará en el Congreso de Valencia, -junio de 2008- en presidente del partido con ella como secretaria general. Si no, Aguirre está dispuesta a imputarle a Gallardón la candidatura a La Moncloa.
La vuelta de Rato a la política depende que que salga con bien del caso Aguas de Fuensanta.
Eulogio López

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