Hombre no, don Bashar Al Assad. El presente y el futuro de Siria puede depender de la batalla de Alepo pero el pasado no. El pasado ya no depende de nadie aunque haya dependido de usted. Ni tan siquiera de Alepo, un punto clave, la puerta de Tierra Santa, donde batallaron los cruzados.
Al Assad ha sido un dictador, no lo dudamos, pero el papelón de Occidente en la primavera árabe pasará a los libros de historia como una de las grandes barbaridades de la progresía occidental y del Nuevo Orden Mundial (NOM).
El NOM ha decidido apoyar al fanatismo integrista islámico y golpear a los dictadores laicos, por lo general más respetuosos con los cristianos.
Sólo tengo una duda. ¿El NOM apoya a los fundamentalistas porque es tonto o porque es malo? Es como si al Nuevo Orden le gustara el fundamentalismo islámico porque los fanáticos siempre acaban -al menos en el mundo árabe- en guerra civil permanente (y deja en paz a Occidente) y porque, no nos engañemos: el NOM odia mucho más a los cristianos que a los fanáticos musulmanes.
Dos pruebas y un precedente: Egipto y Siria. En el primero, los cristianos coptos sufren la caída de Mubarak. Los Hermanos Musulmanes no sólo quieren romper los acuerdos de paz con Israel sino que ya instigan a sus secuaces a perseguir a los coptos. Y encima el secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta, visita El Cairo y le pasa la mano por el lomo al nuevo presidente de Egipto, Mohamed Morsi, perseguidor de cristianos. Por su parte, en Siria, los cristianos temen la caída de Bashar Al Assad (en la imagen) quien será todo lo dictador que quieran, pero defendía la libertad religiosa.
Ahora bien, el precedente lo tienen en la España de la II República, cuando las democracias occidentales prefirieron apoyar la revolución comunista que se fraguaba en España antes que a los cristianos libres, llegando incluso a violentar los resultados electorales (1931 y 1934).
¿El Occidente democrático cercenando la libertad con tal de fastidiar a la Iglesia? Sí, eso es justamente lo que está ocurriendo. Pero ya ha ocurrido antes.
Eulogio López
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