Sr. Director:
¡Qué vergüenza! Algunos han perdido la sensibilidad ante el derecho de todos a la vida. Ahora, dirigentes políticos de Kosovo intentan, como se ve en el borrador de la Constitución kosovar, conculcar de un plumazo, el derecho natural de los no nacidos a la vida, y el concepto de matrimonio.
Buscan el aborto libre: al niño no se le reconocerían derechos hasta después de su nacimiento, y el matrimonio puede ser cualquier cosa: valdría la poligamia, la poliandria… ¿En dónde está al razón? ¿Y el espejo deEl aborto es la mayor monstruosidad de la que el hombre es capaz: es la matanza de inocentes, un acto de inhumanidad, de despiadado egoísmo, de inconfesable cobardía. ¿Y nos quejamos de los nazis? Bien se ve que el Comunismo, por donde empezó la legalización del aborto, no ha sido todavía condenado por instituciones civiles como lo ha sido el nazismo: de ahí la siembra de sus errores por el mundo.
Josefa Romo
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