El vicerrector de ordenación académica e innovación de la Universidad Complutense, se llama José Carrillo. Es hijo de Santiago Carrillo y mantiene serios parecidos físicos con su padre. Pero no es su padre. Está harto de arrastrar la sombra de su padre, de que le recuerden cosas de su padre, de que todo el mundo saque conversaciones sobre el 36 cuando está delante de él.
Probablemente no sólo se siente molesto con la sombra, sino con la herencia. Y para que queden claras ambas cosas en sus conversaciones suele citar a Santa Teresa de Jesús y demás grandes hombres y mujeres del santoral católico. Para que quede clara la distancia padre-hijo. Quizás por eso el Maquiavelo de Rubalcaba le vetó el ascenso profesional cuando ostentó la cartera de Educación.