Zapatero ha reiterado una y otra vez su principio de la moderación fiscal para negar que pudiera haber subidas de impuestos. El eufemismo ahora se llama ajuste. No habrá subida de impuestos para las empresas para ayudarlas a salir de la crisis. Tampoco lo habrá en el IRPF porque grabaríamos las rentas del trabajo. Habrá ajustes. ¿Y el IVA? No es progresivo, pero Jáuregui sugiere que podría haber IVA reforzado sobre productos de lujo o que graban la salud, es decir, sobre el tabaco.
Por supuesto, los periodistas que hemos seguido la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros hemos insistido en el tema. Zapatero ha insistido en afirmar que la fiscalidad debe adecuarse al entorno. Y ha puesto un ejemplo: cuando los precios estaban altos y el euribor ahogaba a las familias, el Gobierno tomó la decisión de la paga de los 400 euros. Porque además, entonces los ingresos fiscales, ligados a la evolución de la economía iban bien. Ahora la situación es la inversa. Y por lo tanto las políticas tienen que ser distintas, señala con eufemismo. Tercera vuelta. Volvemos a insistir. Zapatero termina reconociendo que hay margen para dar marcha atrás a la paga de los 400 euros.
¿Y el cheque bebe? Aquí no. El cheque bebé es según Zapatero una política social, de bienestar social y de fomento de la natalidad y por lo tanto no hay ninguna posibilidad de que pueda ser suprimido. Y eso que el Gobierno había sugerido que se iba a modificar para que la cuantía fuera más alta sobre las rentas más bajas y nula sobre las altas. Zapatero ha rechazado este viernes cualquier tipo de modificación.