Dentro de dos años se estabilizará la oferta y la demanda, según las previsiones de la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor quien considera el ajuste necesario y previsible. Por su parte, el director del Instituto de Estudios Económicos, Juan Iranzo, considera que las dudas permanecerán en el mercado hasta el 2009
Corredor se presentaba en la mañana de este martes con ilusión y energía para cumplir su objetivo de un urbanismo ordenado y sostenible que permita cumplir con el derecho constitucional a una vivienda digna. Nosotros en el Ministerio vamos a ser parte activa porque somos parte interesada. Un primer paso en el pacto estatal de vivienda que ha anunciado. Necesitamos aunar una estrategia coordinada e impulsada por el Estado en el que de manera concertada estén todas las CCAA.
La titular de la cartera de Vivienda considera que el ajuste producido en el sector es necesario y previsible. Según Corredor tenemos que pasar de tener un mercado extenso (producimos más que Francia, Alemania o Italia) a tener un mercado intenso, es decir, producir con calidades equiparables a Australia, Canadá y Japón.
La ministra considera que tenemos una buena base sobre la que afrontar este proceso: unas empresas que han sabido adaptarse muy rápidamente al incremento de la demanda y que -señala Corredor- se adaptarán también a la ralentización. ¿Cómo? Diversificando, apostando por la productividad y saliendo al exterior. ¿Cuánto durará la crisis? Corredor le pone fecha de caducidad. En su opinión, en el 2010 se logrará un equilibrio entre la oferta y la demanda. Y eso significa absorber el exceso de vivienda libre al tiempo que se apuesta por la vivienda protegida.
Por su parte, el director general del Instituto de Estudios Económicos, Juan Iranzo, considera que las dudas sobre la subprime persistirán al menos hasta el 2009. Sin embargo, él considera que el ajuste sí que provocará una escasez de producto en relación a la demanda. Iranzo culpa de la crisis a las agencias de calificación financiera que ofertaron información asimétrica. Recuerda los cambios bruscos en la calificación de Enron. Los liberales queremos reglas claras y una regulación que sancione a quien se las salte, y eso no ha pasado. De paso, aprovechó para advertir del riesgo de que la crisis de solvencia genere una nacionalización de las grandes multinacionales que se echan en brazos de los fondos soberanos de los países emergentes.
Por último, el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción, Juan Lazcano, considera que la crisis será más corta en la medida en que el sector encuentre apoyo por parte del mundo financiero. O sea, en la medida en que no les corten el grifo.