Insisto en que antes de jugar con una institución que se remonta a 1.400 años de historia, o más, como es la monarquía española, conviene pensárselo tres veces.
Pero en España somos así, y el error o incluso el horror. Del Rey de España, el desagradable incidente de los paquidermos ha servido para que los más duros con el Rey sean los medios de comunicación españoles y los propios españoles.
Hombre sí, el Rey ha cometido un error, aunque mucho más grave que irse a cazar paquidermos en Botsuana sea el progresivo debilitamiento de la monarquía española como referente moral.
Y es que, como ya hemos dicho en Hispanidad en otras ocasiones, miren ustedes, la monarquía europea de hoy o son referentes morales del pueblo o no son nada.
Esa es la verdadera asignatura pendiente de la monarquía. Por lo demás, en tiempos de tribulación yo no haría mudanzas. Y menos en una institución tan longeva.
Y ojo, forzar una abdicación del Rey en su hijo, no serviría para otra cosa que para satisfacer la ambición de doña Letizia Ortiz y el narcisismo de algunos periodistas, como Pedro J. Ramírez. Para El País, ni supone ahorro alguno.
Eulogio López
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