Quiere garantizar "el derecho efectivo al aborto". La diferencia entre España y Polonia, con dos leyes similares, es que Polonia la aplica y en España es un verdadero fraude de ley
El Consejo de Europa ha elaborado un borrador de recomendación que será debatido el próximo mes de abril. En él se contempla la necesidad de que todos los estados miembros "garanticen el derecho efectivo al aborto" y la "autonomía de elección de la mujer". El Consejo de Estado defiende que el acceso al aborto se realice en condiciones sanitarias y psicológicas "apropiadas" además de una financiación "adecuada".Los problemas detectados por el Consejo de Europa para la extensión del ‘derecho' al aborto son: la escasez de una estructura de atención cercana y el déficit de profesionales y consultas médicas. (Conviene recordar que el Consejo de Europa no es un organismo de las instituciones europeas sino que incluye a otros países que no son miembros de la UE como Turquía).
Obviamente el borrador está dirigido a aquellos países miembros del Consejo más restrictivos a la aplicación del ‘derecho' al aborto. A saber: Polonia, Malta, Andorra e Irlanda. En el caso de Polonia, existe una regulación muy similar a la española: despenalización en tres supuestos. La diferencia con España es que la ley se aplica, es decir, que el coladero del ‘peligro para la salud física y psíquica de la madre se aplica con rigor. Y como el aborto nunca mejora los cuadros psíquicos, sino que más bien los empeora, la aplicación es más bien restrictiva.
Por cierto que habida cuenta de la evidencia de las secuelas psíquicas del aborto en la mujer, el Royal Collegue ha pedido que se informe a toda mujer que quiera abortar de dichas secuelas.
Regresemos. En el caso maltés, Malta, un país de marcada tradición católica, ya incluyó una addenda en su incorporación a la UE en la que dejaba claro que su incorporación nunca podía ser a costa de sus tradiciones y raíces culturales. Es decir, que nunca aceptarían el aborto. Es verdad que el año pasado regularon por vez primera el divorcio. Pero el aborto son palabras mayores. Lo mismo que en Irlanda que siempre se han mostrado recelosos de las modas ‘tonti-progres' provenientes de la Vieja Europa.
Lo que planea sobre esta propuesta del Consejo de Europa es una presión más del lobby pro-muerte a la cultura de la vida. Por supuesto, no es más que una recomendación. En teoría vinculante. Pero sólo en teoría. Porque -por poner un ejemplo- España es signataria de una recomendación del Consejo de Europa en la que se insta a crear Centros de Orientación Familiar ante los fenómenos de crisis conyugales. Nunca se ha aplicado, ni el Consejo lo ha requerido. Pero la presión está ahí.
Y por último: el aborto no es un "derecho". Al menos en España. Es un deliro despenalizado. Considerarlo "derecho" sería contrario a las sentencias del Constitucional que avalaron la despenalización como compatible con el "todos tienen derecho a la vida". "Un todos sin excepción", recuerda Adolfo Suárez Illana.