Previamente trataron de remover al secretario de la Congregarción del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos Ya hemos informado del nombramiento del card. Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Cañizares, Prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. El nombramiento no ha sentado nada bien entre los progres de la Curia romana, especialmente entre el clan Silvestrini que ha tratado -infructuosamente- de frenar el nombramiento. Tras el fracaso, trataron de remover al secretario de la congregación, Mons. M. Ranjith, un hombre llamado personalmente de Sri Lanka por el propio Benedicto XVI. El objetivo del clan Silvestrini era colocar a un secretario propio que opacara a Mons. Cañizares. Segundo fracaso.
¿Quién es Mons. Silvestrini? El último capítulo más escandaloso de su currículo tuvo lugar el 11 de abril de 2005. Entonces se celebró un contracónclave en Villa Nazareth, un inmueble a las afueras de Roma propiedad del propio Silvestrini y de la Dra. Gropelli. En tal contracónclave, el clan Silvestrini trató infructuosamente de mover el brazo del Espíritu Santo en la elección del nuevo Papa. Ahí estaban eclesiásticos y vaticanólogos tratando de dar un sesgo progre al cónclave. Los hechos fueron confirmados por tres fuentes diferentes, pero coincidentes. A saber: Marco Tossantti, en el diario La Stampa, luego citado por Lola Galán y su marido José Catalán Deus en el libro Fumata Blanca. También hizo referencia a aquella reunión de Nazareth el vaticanista Sandro Magíster en la revista LEspresso. La misma información fue publicada en el portal de internet Settimo Cielo.
Fracasado el contraclave, falsificaron un supuesto diario secreto publicado en la revista italiana de geopolítica Limes. En dicho diario se señalaba que un supuesto cardenal se había atrevido a romper el secreto del cónclave. De esta manera sugerían que el nombramiento de Benedicto XVI no gozó de un triunfo mayoritario. Según este inexistente diario el Card. Ratinger fue la solución del consenso tras la ausencia de unanimidad entre el card. Carlo María Martini, SJ (arzobispo emérito de Milán) y el card. Jorge Mario Bergoglio, SJ (arzobispo de Buenos Aires).
La idea era clara: tras el nombramiento del card. Ratzinger como Papa, el objetivo es que Benedicto XVI no sea Ratzinger. Así se lo señaló el card. Silvestrini a su prensa el jueves 21 de abril. El objetivo: tratar de boicotear el Gobierno de la Iglesia por parte de Benedicto XVI. Como muestra, bastan dos ejemplos de provocaciones intencionales y sistemáticas: la interpretación musulmana del discurso de Ratisbona y el nombramiento del sustituto del card. Glemp para Varsovia.
Y es que el clan Silvestrini trata de hacer lobby prácticamente en la totalidad de los nombramientos. El último capítulo es el del sustituto del card. Cañizares como Primado de España y arzobispo de Toledo. El lobby progre maniobra para el actual Nuncio de la Santa Sede en Gran Bretaña, Mons. Faustino Sainz Muñoz sea el nuevo arzobispo de Toledo. Es el candidato del clan Silvestrini. Lo que pasa es que el residente del nº 54 de Parkside (Wimbledon, London, SW19 5NE) cumplió el pasado 5 de junio 71 años.
¿Quién es Mons. Silvestrini? El último capítulo más escandaloso de su currículo tuvo lugar el 11 de abril de 2005. Entonces se celebró un contracónclave en Villa Nazareth, un inmueble a las afueras de Roma propiedad del propio Silvestrini y de la Dra. Gropelli. En tal contracónclave, el clan Silvestrini trató infructuosamente de mover el brazo del Espíritu Santo en la elección del nuevo Papa. Ahí estaban eclesiásticos y vaticanólogos tratando de dar un sesgo progre al cónclave. Los hechos fueron confirmados por tres fuentes diferentes, pero coincidentes. A saber: Marco Tossantti, en el diario La Stampa, luego citado por Lola Galán y su marido José Catalán Deus en el libro Fumata Blanca. También hizo referencia a aquella reunión de Nazareth el vaticanista Sandro Magíster en la revista LEspresso. La misma información fue publicada en el portal de internet Settimo Cielo.
Fracasado el contraclave, falsificaron un supuesto diario secreto publicado en la revista italiana de geopolítica Limes. En dicho diario se señalaba que un supuesto cardenal se había atrevido a romper el secreto del cónclave. De esta manera sugerían que el nombramiento de Benedicto XVI no gozó de un triunfo mayoritario. Según este inexistente diario el Card. Ratinger fue la solución del consenso tras la ausencia de unanimidad entre el card. Carlo María Martini, SJ (arzobispo emérito de Milán) y el card. Jorge Mario Bergoglio, SJ (arzobispo de Buenos Aires).
La idea era clara: tras el nombramiento del card. Ratzinger como Papa, el objetivo es que Benedicto XVI no sea Ratzinger. Así se lo señaló el card. Silvestrini a su prensa el jueves 21 de abril. El objetivo: tratar de boicotear el Gobierno de la Iglesia por parte de Benedicto XVI. Como muestra, bastan dos ejemplos de provocaciones intencionales y sistemáticas: la interpretación musulmana del discurso de Ratisbona y el nombramiento del sustituto del card. Glemp para Varsovia.
Y es que el clan Silvestrini trata de hacer lobby prácticamente en la totalidad de los nombramientos. El último capítulo es el del sustituto del card. Cañizares como Primado de España y arzobispo de Toledo. El lobby progre maniobra para el actual Nuncio de la Santa Sede en Gran Bretaña, Mons. Faustino Sainz Muñoz sea el nuevo arzobispo de Toledo. Es el candidato del clan Silvestrini. Lo que pasa es que el residente del nº 54 de Parkside (Wimbledon, London, SW19 5NE) cumplió el pasado 5 de junio 71 años.