Una vez más el Sr. Durán i Lleida, vuelve a salvar a Zapatero en el Congreso de los Diputados. O votándole o dejando de votarle siempre acude en su auxilio, nos cuenta con firmeza impostada que Zapatero es un cadáver, pero la realidad es que él lo desentierra una y otra vez.
Con ello está prolongando una agonía de un gobierno acabado que por nada del mundo quiere abandonar el Gobierno de España y al que él le ayuda continuamente prolongando una situación que para nada beneficia a este pobre país. ¿Será que pretende realizar su sueño de llegar a ministro? Y esto lo hace presumiendo al mismo tiempo de Hombre de Estado, vana ilusión, nada que ver con un Tomás Moro, arquetipo que parece nadie en España está dispuesto a representar, y que algunos desearíamos que apareciera en este momento de zozobra.
A pesar de su seny y precisamente por eso, en un páramo de poco edificantes políticos como Montilla, Carod, Puigcercós y otros cuantos, nos está haciendo un flaco favor representando el papel del caballo del Cid, Babieca, con respecto a Zapatero, el que le condujo a ganar batallas (votaciones) aún después de, según sus propias palabras, muerto.
Gloria Calvar Landín