No obstante, Solbes marca cierta distancia de la polémica desatada en torno a las balanzas fiscales. Su realización forma parte de los acuerdos alcanzados tras el último Debate sobre el Estado de la Nación. El ministro insiste en que se trata de un instrumento muy útil para decir lo que queramos decir. O sea, que le restó utilidad, porque entiende que sólo se miden los flujos monetarios, pero no los económicos. Una infraestructura es útil en la comunidad donde se realiza, pero es mucho más útil si está interrelacionada con otras infraestructuras. Y dijo más: Estoy seguro que los ciudadanos del barrio de Salamanca tienen una balanza fiscal negativa frente a los de Leganés, que la tienen positiva. En resumen, Solbes no está dispuesto a que las balanzas fiscales tengan ninguna trascendencia política. Aunque probablemente no podrá evitar que la cifra resultante forme parte del permanente debate político.
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14/12/24 07:00