De esta manera el Ejecutivo controla al ciudadano a través de la banca
En España no existe el secreto bancario -en la mayoría de los países europeos se sigue manteniendo- y cuando decimos que no existe es que no existe a ningún efecto.De ahí se deriva que, no sólo hablamos de blanqueo de dinero, sino para cualquier actividad judicial, impositiva o punitiva, el Ejecutivo controla a los ciudadanos a través de su cuenta bancaria.
Y no sólo el Ejecutivo, sino toda la clase política. Al menos desde que, la Seguridad Social y la Hacienda pública tiene poder para cobrarle las multas y sanciones -por ejemplo de aparcamiento- a comunidades autónomas y ayuntamientos, el ciudadano no tiene escapatoria alguna ante el Estado.
Desde abril, el Estado, esta vez la Seguridad Social, ha dado una nueva vuelta de tuerca. Desde el presente mes los trabajadores autónomos no podrán pagar sus cuotas desde cualquier sucursal bancaria: o bien se les exige acudir a las oficinas de la Tesorería de la Seguridad Social o bien están obligados a domiciliar el pago. Es decir, que estarán más controlados. El gran hermano es hoy, una sucursal bancaria.
Naturalmente, por pura casualidad, es efectiva desde el mes siguiente a las elecciones generales.
La coartada de acudir a las oficinas de la propia Seguridad Social se parece al domiciliación de recibos -luz, agua, teléfono, colegios- que puede domiciliarse o -eres libre- acudir a pagarlo a una sucursal bancaria. Eso sí, en dichas sucursales suele haber carteles que anuncian que los pagos de recibos se abonarán, por ejemplo, los lunes de 10 a 10,30. Y el que no pueda, que se fastidie.
Con la banca como aliado, el Estado nos tiene bien controlados.