Insisto, persisto y resisto. Hay que apoyar al juez Ferrín, porque todos nos jugamos mucho.

La plataforma de apoyo al juez condenado por intentar la mejor educación para una niña -y la mejor educación es la que proporcionan un padre y una madre, no dos lesbianas-.

Se está recaudando dinero para que pueda hacer frente a las sanciones impuestas, pero no basta, porque a Ferrín le han destrozado la vida: inhabilitación como juez, devolución de haberes cobrados e imposibilidad para recolocarse, precisamente por su condición de juez: un verdadero colapso profesional y económico.

Los progres querían dar un escarmiento con Ferrín para que nadie osara enfrentarse al lobby gay y al sistema de intereses creado. Pues bien, hay que darle la réplica: hay que conseguir que Ferrín no se convierta en un marginado sino en un ejemplo a seguir por otros. Que, al menos, los coherentes sepan que no están solos.

Además, recuerden que cuando los cristianos se unen, el poder tiembla.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com