La crisis económica que vivimos es de risa comparada con la crisis moral.
Sr. Director:
Un ejemplo es el asesinato, la muerte del inocente. Antes era algo inaceptable, como la pena de muerte. Poco a poco nos han metido que algunas muertes son buenas.
Como la del feto que contraría la vida de la madre, o los hermanitos del bebé medicamento que se han quedado en el camino.
Pero para mí que aquello del no matarás sigue vigente y que un asesinato, por bello que lo pinten, sigue siendo un asesinato. Y matar a un inocente siempre es una grave ofensa a Dios.
José María Pérez Pérez
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