Ya viene siendo hora de un cambio. Esta vez radical. Radical y sin contemplaciones. Sabemos que Zapatero no se inmutará. Que va a lo suyo. PSOE y Moncloa al mismo compás. Y España se deshace. Y la democracia en claro proceso de putrefacción.
Nos quieren parados. Nos quieres callados. Pero no podemos permanecer callados ni parados. Tenemos que reaccionar. Reaccionar con dolor, pero con altura de miras. El asesino va a quedar en libertad. Los compinches mostrarán su alegría, y otros (aún más triste) ajustarán sus opiniones para aplaudir una decisión equivocada y culparnos a nosotros (opresores) de la salvaje situación del terrorista.Será, siempre según ellos, que no queremos la paz. ¿Qué paz, si España no está en guerra? Lo que queremos es asegurar la continuidad de la libertad. La buena salud de la justicia. Lo que no queremos es que las alimañas le echen un pulso al Estado y lo ganen. Nosotros, millones de españoles, pero millones de españoles de verdad, no lo permitiremos.
Seremos siempre pacíficos. Nunca cobardes. Jamás cobayas. Con nosotros no experimenta Zapatero una paz hedionda. Por esas razones De Juana sabe que no podrá disfrutar de su maldita libertad. Haremos lo que la justicia nos permita para que vuelva al lugar que le pertenece. La sombra. La marginación.
Será el 24 de febrero. La AVT nos llama. Estaremos. Libres. Cansados. Algo cansados, la verdad. Porque cansa el atosigamiento, la desvergüenza y el acorralamiento que sufre la libertad en España. Muy cansados. Y muy asqueados. Sobre todo muy asqueados.
Pero no habrá pasos hacia atrás. Caminaremos juntos mirando hacia delante, hacia el futuro. Seguros de la victoria. Convencidos de que ETA pagará sus culpas y que De Juana merece lo que tiene.
Lorenzo de Ara
aracipriano@hotmail.com