Lo más triste de las actuales reducciones de plantilla es que muchas de ellas se realizan según el sueldo de los trabajadores. En otras palabras, no importa tu experiencia, tu productividad o tu aportación a la empresa. Lo que importa es que cobras mucho y, por tanto, debes irte a la calle. Otro que cobre la mitad podrá sustituirle, independientemente de cuáles serán sus conocimientos y experiencia.
No es una teoría, sino algo que se demuestra cada día. Por ejemplo, en los despidos que se están llevando a cabo en el diario Cinco Días uno de los damnificados recibió la siguiente explicación: No es nada personal, es que o te echamos a ti o, ganando lo que ganas, tendremos que echar a otros dos.