En la negociación abierta entre el Gobierno español y la dictadura castrista se incluía una distensión por parte de la diplomacia española a cambio de algún gesto de buena voluntad por parte de la dictadura. Voilá. El poeta y periodista Raúl Rivero será liberado entre la propaganda que permita a Moratinos rentabilizar políticamente el gesto : la tensión no produjo beneficios en términos de derechos humanos y la distensión, en cambio, permite liberaciones. Al tiempo.
El problema es que no deja de ser gestos de cara a la galería. Además de pactados. Porque Rivero no será el primer preso político liberado. Ya se liberaron otros aquejados de graves enfermedades. Salía más barato que su familia se hiciera cargo de ellos. Y ahora no ocurre nada diferente. Rivero padece un enfisema pulmonar y la dictadura le había retirado la medicación hacía unas semanas. Ahora, en un gesto de "humanitarismo" liberan al escritor, para que su familia se haga cargo de él.