Llevamos varios años observando como el actual sistema de pensiones viene siendo amenazado desde múltiples y diversos frentes.
En estos últimos días las amenazas parecen cristalizar en un aumento de los años a cotizar, por lo cual la edad de jubilación se estudia retrasarla a los 67 años.
Lo que no he escuchado, y lo echo en falta, es una imprescindible y justa reforma del privilegiado sistema de pensiones de ministros, diputados, senadores, presidentes y consejeros autonómicos, etc.
Esta casta disfruta (nunca mejor empleado el término) de un llamativo plan de pensiones, que no se parece en nada al de los trabajadores de a pie. Sus señorías tienen derecho, entre otras prebendas, al 100% de la pensión máxima por cotizar solamente entre 7 y 11 años.
De prevalecer estas vergonzantes desigualdades se podrá decir con total propiedad que los parias trabajarán más años para mantener las pensiones de la casta política.
Manuel Villena Lázaro