Gran malestar entre los militares españoles

La historia se repite. La mujer del presidente del Gobierno, Sonsoles Espinosa obligó a la Guardia Civil a desalojar una piscina para su uso personal. Pues bien, la semana pasada la ministra de Defensa, Carme Chacón, repitió la misma escena. Quería acudir al gimnasio del Ministerio. Por aquello de ‘mens sana in corpore sano'. Así que su equipo acudió al gimnasio y lo hizo desalojar para que la ministra pudiera hacer ejercicios tranquila.

La noticia no ha sentado nada bien en el Ministerio de Defensa. Por supuesto, todos los que se encontraban presentes desalojaron el gimnasio en primer tiempo de saludo. Pero las cantinas hablan -quizás- más de lo que deben. Se quejan del estilo chulesco de la ministra, que si no se quiere mezclar con el resto, que si quiere separar ahora por sexos "en plan Alianza de Civilizaciones", que si no habíamos quedado en que todos éramos iguales. Y lindezas de este estilo. Y la verdad, tienen razón. Porque, ¿no puede la ministra compartir gimnasio?, ¿es que se le ha subido el cargo a la cabeza?, ¿quizás le disgusta el ambiente castrense?