Lo nunca visto: un banquero convertido en estrella de Informe Semanal, aprovechando su condición de mecenas de las Cuevas de Altamira, descubierta por sus ancestros. Un banquero perteneciente a una familia con aversión a los medios informativos (mejor, a los periodistas, no a los editores) se convertía el pasado sábado 3 en estrella del programa líder de los informativos de la radio televisión pública.
No sólo eso. Juan Arena, presidente de Bankinter, el banco de su hermano Jaime Botín, afirmaba que la salida de Emilio Botín del Consejo de la entidad clarificaba la independencia respecto al SCH. Muy cierto, y también clarifica el cumplimiento de la ley, dado que no se comprendía que el presidente del banco más poderoso de España fuera, a su vez, consejero de una entidad presuntamente competidora.
Pero no es sólo eso. Arena también ha dicho que una fusión terminaría con la personalidad de Bankinter, Y con algo más que con la personalidad. La verdad es que Arena quiere cuidarse en salud, al igual que su jefe, Jaime Botín, ante la posibilidad de que los tormentos judiciales de Emilio Botín, así como la posibilidad de que el SCH se fusione con Royal Bank of Scotland o con Bank of America, termine con todas las ramas de la familia Botín, reagrupadas en torno a la fusión entre Banesto y Bankinter.
En cualquier caso, la jueza Teresa Palacios de la Audiencia Nacional última los casos de las cesiones de crédito y el presunto delito social por las indemnizaciones de Amusátegui y Corcóstegui: así que Botín sale en la tele hablando de las Cueva de Altamira. Mírenlo así: ¿emplumaría usted, señora jueza, a un mecenas del arte rupestre?
En verdad, la sucesión de Botín ha entrado en fase violenta.