Emilio Botín quiere retirarse de la Presidencia con una sentencia absolutoria. Probablemente, la consiga en el caso de las indemnizaciones de Amusátegui y Corcóstegui, una vista que terminará esta misma semana. A fin de cuentas, la Fiscalía ha apoyado a Botín y el juez ponente ha tenido la delicadeza de aclarar conceptos de la propia defensa que podían resultar perjudiciales para Botín, Amusátegui y Corcóstegui.
Si la acusación, Pérez Escolar y Franco Otegui, no quedan contentos con la sentencia de la Audiencia y recurren al Supremo, el caso puede alargarse dos años más. Y juicio por las cesiones de crédito ni tan siquiera ha comenzado. Aún no ha terminado el proceso de traslado del sumario a todas las partes implicadas.
Al final, Botín tiene la lógica tentación de retirarse con una sentencia absolutoria y dar paso a Ana Patricia Botín como presidenta del Grupo. Naturalmente, don Emilio seguiría ligado al banco y éste se haría cargo de su defensa. El problema sigue siendo el mismo: el futuro del consejero delegado Alfredo Sáenz.