Impasible el ademán, Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!) afrontó durante la mañana del jueves 15 la Junta General de Accionistas de ACS, cargas contra Iberdrola. Pero tanto él como sus socios, los March y los primos Albertos, saben que no pueden hacerse con Iberdrola. Lo que sí pueden, y en ello están Florentino y el presidente de Mediobanca en España, así como de Endesa, Borja Prado, es repetir la operación Endesa: alianza entre un inversor extranjero -ENEL- y un constructor español -Acciona- lanzar una OPA y repartirse el botín: el extranjero (ENEL o E.ON, por ejemplo, dado que falló EDF) se queda con Iberdrola y el español, ACS, da un pelotazo en pocas semanas y se forra violentamente.
Decíamos ayer, que Florentino Pérez quería vender su 25% de Abertis para comprar Iberdrola. Ahora bien, en cuanto venda se va a encontrar con que los bancos que le prestaron 2.819 millones de euros para comprar un 7% de Iberdrola, le van a reclamar lo suyo. Toca refinanciar el próximo año y el grado de apalancamiento de ACS es alto, y ahora ya no tiene los ingresos de Fenosa. En su comparecencia ante los medios este jueves, el presidente de ACS insistió en que su plan era "dar entrada a un nuevo socio" y que en ningún momento ha hablado de salir de Abertis. Ese nuevo socio podría ser un importante fondo industrial o un operador, según el propio Florentino, que no aclaró si ese socio llegaría a través de una ampliación de capital o de la compra de acciones, por ejemplo, a ACS.
Por cierto, un día después de vender Fenosa a Gas Natural, Pérez anunció que iba a utilizar el dinero obtenido para comprar hasta el 20% de Iberdrola. Pues bien, un año después no ha comprado ni un solo título. Y es que Florentino siempre compra apalancado, y en cuenta da el pelotazo. Los primeros que ponen la mano son los bancos prestamistas.
Pues bien, el 7% de Iberdrola que obra en poder de ACS (el resto, un 5%, son derivados) también fue comprado con deuda. En concreto con un préstamo sindicado -en dos etapas- de 2.819 millones de euros, capitaneado por el BBVA, al que ACS adeuda 640 millones de euros. El segundo es Caja Madrid, al que debe 308 millones de euros (no es lo de Cristiano Ronaldo es Iberdrola, que cuesta aún más que el astro portugués). A partir de ahí, un conjunto de entidades aportan 262 millones de euros, entre ellas dos que cantan al leerlas: Mediobanca y el ICO.
Empezando por el segundo: ¿Qué hace el Instituto de Crédito Oficial (ICO) prestando dinero a Florentino Pérez, no para crear muchos puestos de trabajo construyendo carreteras, sino para lanzar una operación hostil contra Iberdrola? ¿No habíamos quedado que el ICO estaba para dotar de liquidez a pymes y emprendedores?
Aún más llamativo, y un poquito escandaloso, es lo de Mediobanca. Es decir, el poder financiero italiano, concede a 262 millones para lanzar el ataque contra Iberdrola, siendo que el presidente de Mediobanca en España, Borja Prado Eulate, presidente también Endesa el principal competidor de Iberdrola. La Comisión Nacional de la Competencia podría decir algo.
Mediobanca es un convolutto público-privado italiano que financia la expansión de las multinacionales italianas, y de cuyas mercedes sólo disfrutan los elegidos para la gloria.
En resumen, el agobiante peso de la deuda lleva a concluir que Florentino Pérez no puede conquistar Iberdrola. Lo único que puede hacer -y es lo que tiene programado- consiste en unirse a un extranjero -ya hemos dicho que el mejor situado es Suez, pero también los alemanes quieren expandirse en España- y dar el pelotazo. Lo que no parece preocuparle mucho al Gobierno español, que incluso contribuye, vía ICO, a financiar el asalto.
En la rueda de prensa posterior a la Junta de Accionistas de ACS, Hispanidad preguntó a Pérez si pensaba contar con un socio extranjero para ampliar su presencia en Iberdrola. El presidente de ACS respondió con matices que no estaban en la pregunta: No contaremos con un socio extranjero... para llegar el 20%. Florentino Pérez matizó también que para ese 20% tampoco habían pensado en una eléctrica. Lógico, pero no se trata aquí del 20%, sino de unirse para lanzar una OPA y controlar Iberdrola sin resistencias.
Por lo que respecta al presidente de Endesa, hombre ligado a La Zarzuela, ya hemos explicado que no sólo apoya el asalto a Iberdrola sino la venta de Repsol a ENI.
Para dejarlo más claro: Borja Prado es íntimo de Florentino Pérez y blasona de su amistad con Ana Patricia Botín. Pero, sobre todo, es el hombre de Italia en España. En ese sentido, tira con pólvora del rey, bueno, con pólvora de la República trasalpina. Y no a favor de la industria española, precisamente.
En resumen, de la mano de Mediobanca se quiere deslocalizar las dos empresas industriales más importantes de España: Iberdrola y Repsol. A ZP, hombre de profundas convicciones liberales, no parece importarle mucho.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com